Prepara tu moto para el invierno
La llegada del invierno trae consigo que los días sean más cortos, que tengamos menos horas de sol y un clima frío que en su conjunto favorece las condiciones resbaladizas de las carreteras y la presencia de sal para evitar males mayores. Por ello, es importante que antes de que comiencen a descender las temperaturas, prepares tu moto para los gélidos días de invierno.
Antes de comenzar a indicar cómo preparar tu moto para los meses invernales, es importante tener en cuenta el lugar en el que se guardará la moto durante la estación más fría del año. Y es que si quieres prolongar la vida útil de tu moto, además de realizar el mantenimiento adecuado, también es importante guardarla en un lugar seco que favorezca que sus piezas no se deterioren.
A continuación, sigue leyendo para aprender los conceptos básicos sobre cómo preparar una motocicleta para el invierno.
Comprueba el estado de los neumáticos
Las condiciones frías (generalmente por debajo de los 10 grados) suelen afectar al funcionamiento de los neumáticos. Por ello, si ya tienes unos neumáticos adecuados, tan solo es necesario que durante los días de invierno compruebes más a menudo su estado, especialmente la profundidad de la banda de rodadura. Con pequeñas comprobaciones te puedes evitar grandes sustos una vez inicies la marcha en carretera.
Comprueba el estado de la batería
Las bajas temperaturas hacen que el aceite se espese y los componentes internos del motor se arrastren, por lo que la batería tiene que trabajar más para hacer girar el motor con el frío. Como consejo, con el motor apagado prueba a verificar el voltaje de reposo de la batería: una batería en buen estado debe indicar una lectura de al menos 12.6v. Engrasa ligeramente los terminales de la batería y comprueba que todas las conexiones están apretadas.
Asegúrate que las luces funcionan correctamente
Durante los meses de invierno generalmente existe menos visibilidad en la carretera, pues nos encontramos con días lluviosos, menos horas de luz solar y en muchas otras ocasiones con climatologías algo complicadas como la niebla. Para no correr peligro a la hora de circular, comprueba que las luces funcionan y no estén cubiertas de suciedad. Ajusta los faros delanteros para las luces de cruce y las luces principales para un rendimiento óptimo. Además, si estás pensando en agregar accesorios de iluminación como luces antiniebla delanteras o indicadores LED, asegúrate de elegir artículos de calidad.
Revisa los puños calefactados
Antes de iniciar tu viaje, revisa que los puños calefactados de tu moto funcionan a la perfección, pues gracias a ellos aliviarás el dolor de manos en los fríos recorridos de invierno. No olvides comprobar los distintos niveles de control de calor.
Lubrica tu cadena
La sal de invierno deteriora notablemente el estado de la cadena de tu moto, así que debes mantenerte siempre al tanto de su limpieza y lubricante. También, asegúrate de cubrir los componentes internos esenciales con una capa ligera de aceite para evitar la acumulación de humedad no deseada.
Verifica el nivel de refrigerante
Si tu moto está refrigerada por líquido, es un buen momento para verificar el nivel de refrigerante en el tanque de expansión. Si está bajo, llénalo hasta la marca de lleno con una mezcla 50/50 de refrigerante/agua. Si no has reemplazado el refrigerante por un tiempo, probablemente sea un buen momento para hacerlo.
Por último, además de tener en cuenta estos tips, también recomendamos limpiar tu moto y darle una buena cara de cera. La cera actuará como una barrera contra la humedad no deseada, lo que ayudará a prevenir la oxidación prematura. Además, también invierta en una funda para su moto que se adapte especialmente a su modelo específico. Si guardas la moto en el interior durante el invierno, esta funda tendrá el tamaño adecuado para que la moto respire, pero también la protegerá del polvo, los escombros, los roedores, los golpes o rasguños no deseados.