El verano está a la vuelta de la esquina y las altas temperaturas ya empiezan a ser habituales. De ahí que hoy vayamos a hablarte de un asunto de importancia capital para la conducción en los meses de más calor: la refrigeración de las motocicletas. Sigue leyendo y descubrirás qué tipos hay, cómo funcionan y cuáles son las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.
¿Qué es un sistema de refrigeración para motos y de qué se encarga?
Para que una moto se ponga en funcionamiento, necesita de un motor. Este utiliza el combustible y realiza unas reacciones químicas con él para lograr energía mecánica. El problema es que se trata de un proceso de combustión, por lo que se generan altas temperaturas que calientan la maquinaria y que, por tanto, condicionan su comportamiento si estas no están dentro de unos determinados valores.
Hablamos de rangos entre los 80 y los 100ºC, en función del tipo de motor del que se trate. Así que estos vehículos (al igual que los de cuatro o más ruedas) suelen incorporar su propio sistema de refrigeración. Este se encarga de mantener un control de las temperaturas para que los componentes mecánicos del motor no sufran ni se desgasten, y así la moto pueda tener una vida óptima.
Tipos de refrigeración de motos
Para enfriar las motos y mantenerlas en una temperatura óptima para su funcionamiento hay tres opciones:
· Sistema de refrigeración por agua: Está diseñado para utilizar un líquido refrigerante, por lo que aunque es efectivo, también resulta pesado y necesita de un exigente mantenimiento. El mencionado líquido es impulsado por una bomba a través los conductos internos que rodean los inyectores, de forma que su efecto permite disipar el calor de la combustión y lo dirige hacia el radiador, donde se encarga de mantener una temperatura óptima. Y, además, normalmente también dispone de un ventilador electrónico, el cual fuerza la entrada de aire al radiador para aquellos momentos en las que la motocicleta no está desplazándose.
· Sistema de refrigeración por aire: Este mecanismo es barato, sencillo y práctico, aunque algo ruidoso. Gracias a un ventilador, utiliza el viento que recibe la moto cuando se encuentra en movimiento. De esta forma, lo utiliza para enfriar las paredes de los cilindros y de las culatas. Por sus características es muy aprovechable para aquellas motos que son de baja cilindrada, porque tienen motores más pequeños que son fácilmente enfriables. Mientras que apenas consigue resultados en los casos de las motos más grandes.
· Sistema de refrigeración por aceite: Es una solución versátil que se puede utilizar en diferentes tipos de motos y que funciona bien para las más grandes. Se basa en un método de empujado del aceite lubricante por los conductos internos, hasta alcanzar el radiador. Ahí lo mantiene a una temperatura óptima para que el motor trabaje a pleno rendimiento. ¿Su principal problema? El mantenimiento, ya que hay que controlar el estado del aceite.
Así que, ¿cuál elegir? Cada sistema de refrigeración tiene sus pros y contras, por lo que cada conductor deberá decidir la opción que mejor se adapte a sus necesidades y a los usos que le tenga previsto dar a su nueva moto.
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